Semillas que crecen en la incomodidad.
Raúl Alberto Ceruti
I.
Alguien es el primero en llegar a una fiesta en la que apenas si conoce al homenajeado, por un maldito ejercicio de la puntualidad. Hasta que lleguen los primeros invitados conocidos deberá rodear al anfitrión con preguntas y observaciones generales y abstractas, en medio de las cuales acaece una terrible conmoción climática, por la que quedan separados de todos los caminos. Así, deberán pasar una eternidad en el limbo de la comunicación profesional indirecta.
II.
Alguien es enviado a espiar una sociedad secreta. Lo que no sabe es que la sociedad secreta ha dejado de existir en cuanto tal hace muchísimo tiempo, y sólo es sostenida por una serie de espías de distintas otras sociedades, agencias o naciones que han optado por ni siquiera sugerir la disolución de aquella sociedad secreta para mantener sus empleos.
Alguien es el único sobreviviente de la primitiva sociedad secreta. No tiene con quién hablar.
III.
A fin de evitar las prácticas invasivas de la medicina, en un futuro no muy lejano todos llevarán sus fluidos en bolsas y frasquitos a la vista.
A fin de evitar las prácticas invasivas de la psicología, en un futuro no muy lejano todos llevarán el inconsciente a flor de piel.
IV.
Alguien, último de los descendientes de una familia aristocrática venida a menos, pierde o malgasta todos sus inmuebles, y no tiene otro recurso que el de ir a vivir a la bóveda mortuoria de la familia, junto a todos sus muertos. Único lugar que aún continúa pago (en virtud de un abono a perpetuidad) y que le brinda un techo firme y seguro, y del que tiene su llave personal.
V.
Alguien te pregunta por una dirección que no conocés. Y confía fervientemente en que la conozcas. No entiende que no puedas conocerla. Te compromete a examinar con esa persona el camino que la llevará a donde quiere ir.
VI.
Alguien es tan gentil que no te da excusa, tiempo ni oportunidad para escaparte de él.
VII.
Un barco encalla en un barco encallado.
Cuaderno de semillas 